viernes, 22 de febrero de 2008

¡EL DÍA QUE COMÍ INSECTOS…!


Confieso que los grillos tostados, bañados en caramelo, son muy sabrosos...




Cumplía mi tarea en el turno de noche. Mientras caminaba por uno de los pasillos de la fábrica Tostem Seikoh, de Shimotsuma-Shi, en la prefectura de Ibaraki-Ken, Japón, se me acercó un amigo.

Se trataba de Sugiyama San, un compañero de labores con quien había tomado confianza al enterarse que conocía algunas canciones populares de su país.

-- Konban wa (Buenas noches), me saludó.

Mientras me miraba, introdujo una mano en el bolsillo superior de su camisa y extrajo una bolsita de plástico de la cual sacó un pequeño objeto pronunciando:

-- Tabete kudasai (Come, por favor).

Cuando intenté detenerme a mirar se qué se trataba, irrumpió poniéndose algo serio.

-- Ie, tabeyó (No, ya, come de una vez).

Conociendo el concepto de amistad que tienen los japoneses, no hice mayor resistencia, lo metí a mi boca y empecé a masticar. Era algo de sabor dulce y agradable.

Sonriente, Sugiyama aprovechó para darme otro que, igualmente, devoré.

Luego, ante mi inquietud por saber lo que ya tenía en el estómago, señaló:

-- Mite, miteyo (Ya mira, mira).

Se trataba de un grillo. Si. Un grillo completo. Con patas y todo. Tostado y bañado en caramelo.

Mientras él se llevaba uno a la boca, con la mayor naturalidad, aprovechó para revelarme que era costumbre en Japón, comer tales bichos,

Fue una experiencia inolvidable que se me vino a la mente ahora que la Organización de las Naciones Unidas anuncia la promoción del consumo mundial de insectos.

La finalidad es explotar al máximo el potencial nutricional y comercial de las más de mil cuatrocientas especies de criaturas que comen personas en diferentes regiones del planeta.

A la ONU no le falta razón. Personalmente certifico que los grillos tostados y dulces son muy sabrosos…

No hay comentarios: