domingo, 29 de junio de 2008

¡ASÍ SE JUEGA…Y CAMPEONA…!

España, campeón de la Eurocopa. El match con Alemania fue una magnífica demostración El torneo apertura del fútbol peruano debió suspenderse ayer. No se perdía nada.

Más se hubiese ganado obligando a todos los jugadores a ver la final de la Eurocopa entre España y Alemania.

Allí tenían la mejor oportunidad de su vida para apreciar la manera que se juega el deporte más popular del mundo.

Hispanos y germanos ofrecieron una inolvidable lección, en todos los aspectos, disputando el balón.

Para empezar, mientras aquí se regatea una y mil veces la pelota y se corre en cámara lenta, allá se juega a muchas más revoluciones.

La velocidad es aplicada tanto en el ataque, con volantes y marcadores de punta que parecen delanteros, como para regresar en grupo y evitar que el rival perfore su valla.

Todos marcan, incluyendo los hombres de la ofensiva y el rechazo con puños del arquero llega casi a media cancha, jamás la redonda queda dentro del área.

Son verdaderos atletas, por eso hay fuerzas para todo. La formación viene desde los primeros años de la infancia.

La diferencia con nuestro fútbol es abismal. Cuando el árbitro marca una falta, aunque esté equivocado. Nadie. Absolutamente nadie se exalta.
Mucho menos lo jalonean, lanzan gritos, ni levantan las manos expresando su descontento. No dicen nada. En todo caso, se dirigen al juez y, de lejos, dan la impresión de estar conversando.

En la Eurocopa, nunca se apreció a un jugador que, luego de convertir un gol, se acercó a las cámaras de televisión, en infantil actitud, como es frecuente en nuestro medio.

Mucho menos se despoja la camiseta, faltando a las normas establecidas y el respeto al público, integrado por miles de damas.

Todos los partidos fueron una demostración de entrega al máximo en defensa de sus colores. Ni un ápice de displicencia. Sólo valentía, pundonor y coraje.

En cada encuentro, se aplicó el juego limpio, respetando la integridad física del contendor. En ningún momento con mala intención.

Campeonó España, sin humillar a los alemanes, quienes supieron asimilar la derrota y asistieron a la ceremonia final con gran hidalguía, aunque muchos casi al borde de las lágrimas.

La final de la Eurocopa fue una magnífica enseñanza que mereció ser admirada por los jugadores peruanos.

Sirvió para tomarla como ejemplo y, fatalmente comprobar que, en fútbol, nos encontramos a muchos años luz de los equipos europeos…

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