Arrojar basura, escupir y orinar en la vía pública será causal de severas multas en Zaragoza, España...
Con la exclusiva finalidad de conservar el derecho los demás y mantener el orden en la ciudad, el ayuntamiento de Zaragoza, España, aplicará severas multas a los infractores.
Dentro de las faltas tipificadas figuran arrojar basura, escupir y orinar en la vía pública cuyas sanciones oscilan entre los quinientos y mil quinientos euros.
La ordenanza contempla los mismos castigos para quienes ocasionen destrozos en el patrimonio urbano, no recogen el excremento de sus perros, dañen los árboles y hagan pintas o grafitis en las paredes.
Además de los malos ciudadanos que sean detectados por los representantes del municipio, los vecinos también tienen la facultad de hacer las respectivas denuncias.
La disposición fue aprobada por unanimidad por el pleno del cabildo teniendo en cuenta el elevado sentido cívico que posee.
Los concejales sustentaron su posición en el interés mayoritario y fundamentalmente en el propósito de convertir a Zaragoza en una ciudad ejemplar.
En realidad, la norma sienta precedentes y puede ser tomada como modelo para el resto de centros poblados del mundo entero.
Sin embargo, es oportuno destacar que en la mayoría de países orientales no hay necesidad de aplicar sanciones como las mencionadas porque el orden es una costumbre extendida
En Japón se educa a los niños desde el hogar, reforzando en el nido y escuela, a respetar el derecho público y preservar la mejor imagen de su vivienda y la ciudad donde se vive.
Fácil es constatar en el tren que una joven extrae un chicle de su cartera, lo lleva a la boca y de inmediato abre su bolso o cartera para introducir el envoltorio dentro.
Qué decir de Singapur, donde hasta fumar en público está penado. Sólo para hacer respetar el derecho de los demás.
Hay muchos ejemplos de metrópolis que pueden ser tomadas como modelo tipo para hacer lo mismo en Trujillo.
Sólo falta la decisión de las autoridades en aprobar las normas que se deben cumplir con su equivalente multa para los infractores.
Lo cierto es que, en nuestro medio, todavía necesitamos la sanción económica para aprender a actuar civilizadamente…
Con la exclusiva finalidad de conservar el derecho los demás y mantener el orden en la ciudad, el ayuntamiento de Zaragoza, España, aplicará severas multas a los infractores.
Dentro de las faltas tipificadas figuran arrojar basura, escupir y orinar en la vía pública cuyas sanciones oscilan entre los quinientos y mil quinientos euros.
La ordenanza contempla los mismos castigos para quienes ocasionen destrozos en el patrimonio urbano, no recogen el excremento de sus perros, dañen los árboles y hagan pintas o grafitis en las paredes.
Además de los malos ciudadanos que sean detectados por los representantes del municipio, los vecinos también tienen la facultad de hacer las respectivas denuncias.
La disposición fue aprobada por unanimidad por el pleno del cabildo teniendo en cuenta el elevado sentido cívico que posee.
Los concejales sustentaron su posición en el interés mayoritario y fundamentalmente en el propósito de convertir a Zaragoza en una ciudad ejemplar.
En realidad, la norma sienta precedentes y puede ser tomada como modelo para el resto de centros poblados del mundo entero.
Sin embargo, es oportuno destacar que en la mayoría de países orientales no hay necesidad de aplicar sanciones como las mencionadas porque el orden es una costumbre extendida
En Japón se educa a los niños desde el hogar, reforzando en el nido y escuela, a respetar el derecho público y preservar la mejor imagen de su vivienda y la ciudad donde se vive.
Fácil es constatar en el tren que una joven extrae un chicle de su cartera, lo lleva a la boca y de inmediato abre su bolso o cartera para introducir el envoltorio dentro.
Qué decir de Singapur, donde hasta fumar en público está penado. Sólo para hacer respetar el derecho de los demás.
Hay muchos ejemplos de metrópolis que pueden ser tomadas como modelo tipo para hacer lo mismo en Trujillo.
Sólo falta la decisión de las autoridades en aprobar las normas que se deben cumplir con su equivalente multa para los infractores.
Lo cierto es que, en nuestro medio, todavía necesitamos la sanción económica para aprender a actuar civilizadamente…
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