Avión "Bellanca" del Capitán FAP Carlos Martínez de Pinillos, mudo testigo de sus hazañas y aspiraciones...
Todos los pueblos tienen personajes que, con sus acciones a través del tiempo, dieron renombre a la tierra que los vio nacer.
Corresponde a las generaciones siguientes perennizar sus hazañas y nombres llamando así a calles, avenidas, plazas o lugares importantes.
Siguiendo esa tónica se optó por denominar a los aeropuertos de varias ciudades del país con el nombre de algunas celebridades nacionales.
Es así que el internacional de Lima se llama Jorge Chávez, el del Cusco, Alejandro Velasco Astete, el de Arequipa, Alfredo Rodríguez Ballón y el de Chiclayo, Capitán FAP Abelardo Quiñónez Gonzáles.
El mismo criterio primó para otorgar al de Huanchaco el del Capitán FAP Carlos Martínez de Pinillos ante el beneplácito de todos.
Por eso se colocó en el frontis y en la rampa de nuestro aeropuerto las referencias que sirven para evocar quien dio renombre a Trujillo y el Perú.
Fue el mejor homenaje que pudo brindarse a quien, entre el 11 de diciembre de 1928 y el 16 de enero de 1929, unió el continente americano a bordo de su avión Perú.
Acompañado del navegante Carlos Zegarra Lanfranco, realizó un raid que comprendió 20,635 kilómetros en un total de 157 horas 55 minutos de horas de vuelo.
Veinticinco ciudades, pertenecientes a trece países, fueron visitadas por ambos jóvenes pilotos que condujeron el bien aflatado modelo Bellanca.
Ello sirvió para que Martínez de Pinillos fuera reconocido como el Primer Aviador del Perú por la Liga Internacional de Aviación de París, Francia.
Sin embargo, hace algunos meses, la inscripción del preclaro piloto desapareció de manera inexplicable, sin que hasta el momento se haya logrado reponerlo.
Las autoridades regionales y municipales se han pronunciado al respecto solicitando, a los entes responsables, devolver al aeropuerto el nombre que siempre tuvo.
Cuentan para ello con el respaldo de la ciudadanía, aunque sería oportuno invocar el pronunciamiento de las instituciones representativas y los colegios profesionales.
Reivindicar el nombre de Carlos Martínez de Pinillos al aeropuerto trujillano, es el compromiso de todos.
Y cuando se logre el objetivo, la campaña debe continuar promoviendo llamar así a un centro educativo o avenida, ya que actualmente sólo se han dedicado a promover figuras extranjeras, en su mayoría.
El aeropuerto de Huanchaco, el más importante de La Libertad. Se llamó y debe seguir llamándose Carlos Martínez de Pinillos.
Nada debe ser obstáculo, ni oponerse a este noble y aclamado propósito…
Todos los pueblos tienen personajes que, con sus acciones a través del tiempo, dieron renombre a la tierra que los vio nacer.
Corresponde a las generaciones siguientes perennizar sus hazañas y nombres llamando así a calles, avenidas, plazas o lugares importantes.
Siguiendo esa tónica se optó por denominar a los aeropuertos de varias ciudades del país con el nombre de algunas celebridades nacionales.
Es así que el internacional de Lima se llama Jorge Chávez, el del Cusco, Alejandro Velasco Astete, el de Arequipa, Alfredo Rodríguez Ballón y el de Chiclayo, Capitán FAP Abelardo Quiñónez Gonzáles.
El mismo criterio primó para otorgar al de Huanchaco el del Capitán FAP Carlos Martínez de Pinillos ante el beneplácito de todos.
Por eso se colocó en el frontis y en la rampa de nuestro aeropuerto las referencias que sirven para evocar quien dio renombre a Trujillo y el Perú.
Fue el mejor homenaje que pudo brindarse a quien, entre el 11 de diciembre de 1928 y el 16 de enero de 1929, unió el continente americano a bordo de su avión Perú.
Acompañado del navegante Carlos Zegarra Lanfranco, realizó un raid que comprendió 20,635 kilómetros en un total de 157 horas 55 minutos de horas de vuelo.
Veinticinco ciudades, pertenecientes a trece países, fueron visitadas por ambos jóvenes pilotos que condujeron el bien aflatado modelo Bellanca.
Ello sirvió para que Martínez de Pinillos fuera reconocido como el Primer Aviador del Perú por la Liga Internacional de Aviación de París, Francia.
Sin embargo, hace algunos meses, la inscripción del preclaro piloto desapareció de manera inexplicable, sin que hasta el momento se haya logrado reponerlo.
Las autoridades regionales y municipales se han pronunciado al respecto solicitando, a los entes responsables, devolver al aeropuerto el nombre que siempre tuvo.
Cuentan para ello con el respaldo de la ciudadanía, aunque sería oportuno invocar el pronunciamiento de las instituciones representativas y los colegios profesionales.
Reivindicar el nombre de Carlos Martínez de Pinillos al aeropuerto trujillano, es el compromiso de todos.
Y cuando se logre el objetivo, la campaña debe continuar promoviendo llamar así a un centro educativo o avenida, ya que actualmente sólo se han dedicado a promover figuras extranjeras, en su mayoría.
El aeropuerto de Huanchaco, el más importante de La Libertad. Se llamó y debe seguir llamándose Carlos Martínez de Pinillos.
Nada debe ser obstáculo, ni oponerse a este noble y aclamado propósito…
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