miércoles, 17 de diciembre de 2008

LA DISCIPLINA ES LA BASE DEL ÉXITO…


Bofetada de Pizarro a un rival. Fue expulsado del campo. Su equipo perdió y la directiva los multó con quince mil euros. La disciplina es fundamental en toda actividad humana...


Se jugaba un partido más de la Bundesliga, denominación que recibe el torneo de fútbol en Alemania, entre los equipos del Werder Bremen y el Karlsruler.

En un momento del encuentro, cerca del arco contrario choca el delantero peruano Claudio Pizarro y el defensa Martín Stoll.

El impacto tiene cierto cariz de violencia. Hay empujones y forcejeos. La reacción inmediata de nuestro compatriota es golpear en la cara a su eventual adversario.

El árbitro actúa como le corresponde. Cumple con su obligación. Impone el orden. Extrae la tarjeta roja y expulsa al goleador latinoamericano.

La inferioridad de condiciones afecta al Bremen que, finalmente, sale derrotado por un gol a cero.

Tres días más tarde, la federación de fútbol alemana suspende por tres fechas la participación de Pizarro en el torneo.

Teniendo en cuenta que el elenco salió perjudicado en cuanto a sus pretensiones al título, la directiva del club decidió multarlo con quince mil euros.

“Las multas muestran que consideramos esos actos como faltas graves y no como pequeñas fallas”, fue la explicación que dio el director deportivo del Werner al diario germano Bild.

Y tiene toda la razón del mundo. Cuando una persona no posee la suficiente fortaleza para controlar sus emociones y termina causando daño al resto, debe ser sancionado.

Pizarro es un elemento importante en la delantera de su cuadro. Convierte goles en casi todos los partidos y tiene más de un centenar anotados en las vallas de los equipos europeos.

Sin embargo, no es disciplinado. Si se deja llevar por sus impulsos y es obligado a salir del terreno de juego por culpa propia, merece el castigo aplicado.

En Europa, los equipos de fútbol o de cualquier deporte del mundo, el cumplimiento de las normas vigentes es fundamental.

Ocurre igual con las organizaciones, instituciones, empresas, los propios estados y las mismas familias.

Es indispensable que la autoridad imponga respeto y sancione, cuando corresponda, a quienes trasgreden el orden establecido.

Aquella expresión de la manzana malograda que causa daño a las que están alrededor suyo, es muy cierta.

Es necesario que los correctivos sean ejemplares, porque la coerción es efectiva. A pesar de la opinión de quienes dicen lo contrario.

Debemos coincidir con la premisa que la disciplina es el eje de toda actividad humana y constituye, efectivamente, la verdadera base del éxito…

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