domingo, 14 de diciembre de 2008

SIN LUZ ÁMBAR: ¡TÚ, NO EXISTES…!


Cruzar la calle, aún con semáforo, es un problema en Trujillo, pues la luz ámbar no funciona....



¡Tú, no existes...! Si. Ese es el pensamiento que aflora en la mente de la gran mayoría de choferes trujillanos cuando la luz del semáforo pasa bruscamente de rojo a verde.

No hay otra explicación que pueden dar quienes tienen la mala suerte de estar en media pista cuando se produce el fatídico cambio.

Porque la reacción inmediata, brutal y asesina de los conductores es imprimir velocidad a sus vehículos. Sin importarles que hay gente frente a ellos. A sólo unos cuantos centímetros de sus parachoques.

El semáforo está en verde y es argumento suficiente para salir a todo tropel.

Sólo queda en los desprotegidos peatones avanzar como pueden o, en todo caso, correr para no ser víctimas de los locos del volante.

Resulta que, en Trujillo, casi todos manejan a la velocidad que se les antoja, apoyándose en que no se aplican las sanciones de ley correspondientes.

Las autoridades y funcionarios municipales también contribuyen con su negligencia al no autorizar la habilitación de la luz ámbar, evitando el paso inmediato del rojo al verde.

Ante eso, los directamente perjudicados son los peatones que no tienen ni un segundo para reaccionar, pues los conductores ni siquiera piensan en ellos. Para los choferes la gente, simplemente, no existe.

La lamentable deficiencia fue puesta en conocimiento público hace más de medio año, a pesar de ello, no se ha tomado ninguna medida para darle solución.

La posible explicación a tal indiferencia es que las autoridades jamás caminan y los supervisores o responsables se dedican a otros quehaceres, menos a solucionar los problemas.

Es oportuno indicar que la luz ámbar existe y se activa en todos los semáforos del mundo, menos en nuestra ciudad. Aquí es sólo un adorno. Además, basta con hacer que encienda.

Su función es de stand bay al movimiento vehicular previa a la variación del verde al rojo o viceversa, facilitando el traslado peatonal. En Trujillo funciona el primero, pero no el segundo.

Alguna vez se dialogó al respecto con un policía de tránsito quien respondió que era para agilizar el tránsito automotor.

Sin embargo, es fundamental tener en cuenta al grueso de la población que camina por múltiples motivos.

Es una invocación de parte de las miles de personas que, por sus mismas ocupaciones, diariamente tienen que cruzar calles y avenidas de la ciudad afrontando el peligro en cada esquina.

Si se dice que Trujillo es una ciudad culta, es imperativo que las autoridades terminen con esta situación que nos hace retroceder, antes que avanzar.

Cuando esto ocurra, habrá más orden y seguridad en esta especie de selva automotor descontrolada, en desmedro de los trujillanos y quienes nos visitan.

Se espera una acción inmediata al respecto…

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