Ojalá que la Tierra sea algún día un mundo de paz y nadie tenga que llorar a causa de las guerras...
“Debe haber un lugar muy distante,
otro cielo, otra Tierra, otro mar,
donde pasa la vida y nada se transforma,
donde todo es paz, nadie debe allí llorar…”
Lo que leen líneas arriba es el primero de los versos de una de las canciones que, por su letra, fue una de las que más me gustó en mi juventud.
Por esa razón la entonaba cada vez que permanecía solo pues, por carecer de voz apropiada, jamás intenté hacerlo en público.
Nací cuando la Segunda Guerra Mundial estaba por terminar. Después se sucedieron otros conflictos bélicos como el de Vietnam.
Lo cierto es que siempre se han producido contiendas militares que estallaron en distintas partes del planeta. Incluso, proyectadas hasta la actualidad.
Consecuencia inmediata son los muertos, heridos, destrucción por doquier e incalculables pérdidas económicas. Qué decir del dolor y las lágrimas que ni el tiempo ha logrado mitigar.
En ocasiones se escuchan discursos, mítines y marchas de protesta: Pero allí queda todo. Las guerras se siguen produciendo. Nada las detiene.
Lo que es peor y duele mucho más, es saber que con apenas el diez por ciento de lo que se invierte en armamento, podría resolverse el problema del hambre en el mundo.
Por eso satisface conocer la insurgencia de una iniciativa solidaria y de protesta denominada Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia que recorrerá el orbe durante tres meses.
Comenzará en Nueva Zelanda el 2 de octubre del 2009, día aniversario del nacimiento de Indira Gandhi, declarado por las Naciones Unidas como el “Día Internacional de la No Violencia”.
La jornada concluirá el 2 de enero del 2010 en Punta de Vacas, ubicada al pie del volcán
Aconcagua, en la Cordillera de los Andes, provincia de Mendoza, al noroeste de Argentina.
Entonces habrá recorrido más de ciento sesenta mil kilómetros, incluyendo algunos tramos por mar o aire.
Es importante resaltar que la comitiva, en su trazo, tiene proyectado pasar por Trujillo, Perú, nuestra ciudad natal.
La delegación tendrá un equipo base permanente conformado por cien personas, de distintas nacionalidades, que realizarán el recorrido completo.
Objetivo fundamental de la campaña es reclamar por un mundo sin hostilidades y limitar al máximo el gasto en armas.
Será muy difícil convencer a todos. Sin embargo, se espera que la marcha sirva siquiera para hacer reflexionar sobre el terrible daño que ocasionan los conflictos bélicos y la urgencia de terminar con ellos.
Ojalá que la Tierra, como dice la aludida melodía, sea algún día un mundo de paz total y que, por causa de las guerras, nadie tenga que llorar…
otro cielo, otra Tierra, otro mar,
donde pasa la vida y nada se transforma,
donde todo es paz, nadie debe allí llorar…”
Lo que leen líneas arriba es el primero de los versos de una de las canciones que, por su letra, fue una de las que más me gustó en mi juventud.
Por esa razón la entonaba cada vez que permanecía solo pues, por carecer de voz apropiada, jamás intenté hacerlo en público.
Nací cuando la Segunda Guerra Mundial estaba por terminar. Después se sucedieron otros conflictos bélicos como el de Vietnam.
Lo cierto es que siempre se han producido contiendas militares que estallaron en distintas partes del planeta. Incluso, proyectadas hasta la actualidad.
Consecuencia inmediata son los muertos, heridos, destrucción por doquier e incalculables pérdidas económicas. Qué decir del dolor y las lágrimas que ni el tiempo ha logrado mitigar.
En ocasiones se escuchan discursos, mítines y marchas de protesta: Pero allí queda todo. Las guerras se siguen produciendo. Nada las detiene.
Lo que es peor y duele mucho más, es saber que con apenas el diez por ciento de lo que se invierte en armamento, podría resolverse el problema del hambre en el mundo.
Por eso satisface conocer la insurgencia de una iniciativa solidaria y de protesta denominada Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia que recorrerá el orbe durante tres meses.
Comenzará en Nueva Zelanda el 2 de octubre del 2009, día aniversario del nacimiento de Indira Gandhi, declarado por las Naciones Unidas como el “Día Internacional de la No Violencia”.
La jornada concluirá el 2 de enero del 2010 en Punta de Vacas, ubicada al pie del volcán
Aconcagua, en la Cordillera de los Andes, provincia de Mendoza, al noroeste de Argentina.
Entonces habrá recorrido más de ciento sesenta mil kilómetros, incluyendo algunos tramos por mar o aire.
Es importante resaltar que la comitiva, en su trazo, tiene proyectado pasar por Trujillo, Perú, nuestra ciudad natal.
La delegación tendrá un equipo base permanente conformado por cien personas, de distintas nacionalidades, que realizarán el recorrido completo.
Objetivo fundamental de la campaña es reclamar por un mundo sin hostilidades y limitar al máximo el gasto en armas.
Será muy difícil convencer a todos. Sin embargo, se espera que la marcha sirva siquiera para hacer reflexionar sobre el terrible daño que ocasionan los conflictos bélicos y la urgencia de terminar con ellos.
Ojalá que la Tierra, como dice la aludida melodía, sea algún día un mundo de paz total y que, por causa de las guerras, nadie tenga que llorar…
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