Las torres Petronas en Kuala Lumpur, Malasia, lucen totalmente iluminadas horas antes del Año Nuevo...Cada vez que empieza un año, muchas personas acostumbran plantearse ciertas metas o propósitos para cumplirlos durante la etapa que empieza.
Y, al terminar, realizan una evaluación de ellos para comprobar si se han efectuado plenamente o a medias.
Con la finalidad de ayudar a quienes buscan planificar sus tareas en doce meses han surgido varios libros que mencionan algunas intenciones comunes.
Los documentos señalan, por ejemplo, dejar el cigarro, hacer ejercicios, llevar una dieta más sana, salir más, leer más, estudiar más, ser más justo y aspectos similares, hasta formar una lista interminable.
Característica fundamental es que nos proponemos hacer casi todo y deseamos que los resultados sean inmediatos y sin mayor esfuerzo, lo que resulta casi imposible.
En torno a eso, la Universidad de Hertfordshire, Gran Bretaña, ha realizado una investigación con tres mil voluntarios.
El cincuentidós por ciento de los encuestados confió concretar sus deseos de comienzos de año pero, al final, apenas el doce por ciento lo logró.
Frente a eso, el centro de estudios esbozó algunas recomendaciones para ayudar a las personas a cumplir con los primeros objetivos realizables.
Entre ellos recomienda establecerse fechas límites o revelar sus metas a familiares y amigos con la finalidad que ellos hagan presión para cumplirlas.
Luego hace alusión al libro “Cien Cosas que Hacer Antes de Morirse” (1999) que obliga a darse prisa para cumplirlas, si no quiere que le pase lo que a su autor.
Resulta que David Freeman, quien rubrica el documento, murió en agosto del 2008, a los cuarenta y siete años, comprobándose que apenas había cumplido la mitad de lo que deseaba.
También se menciona el libro “365 Días para Ser Más Culto” de David Kidder y Noah Oppenheim.
Sobre la base del lema “Sé culto y sé libre”, la obra exige sólo cinco minutos de dedicación diaria para completar el objetivo.
Igualmente, otros que enseñan como realizar 365 formas de ahorrar dinero, cenas, juegos para niños, aviones de papel y aspectos que llegan hasta el ridículo.
En conclusión sólo se requiere fijarse unas cuantas metas y prometer realizarlas para satisfacción propia. Es difícil, pero vale la pena intentarlo.
No es aconsejable hacer una relación extensa de objetivos, pues se corre el peligro de no plasmar ninguna o exigirse a tener más de una vida.
Todo es bueno, menos quedar con la idea de no haber cumplido lo que irremediablemente deriva en un negativo sentimiento de decepción y fracaso…
Y, al terminar, realizan una evaluación de ellos para comprobar si se han efectuado plenamente o a medias.
Con la finalidad de ayudar a quienes buscan planificar sus tareas en doce meses han surgido varios libros que mencionan algunas intenciones comunes.
Los documentos señalan, por ejemplo, dejar el cigarro, hacer ejercicios, llevar una dieta más sana, salir más, leer más, estudiar más, ser más justo y aspectos similares, hasta formar una lista interminable.
Característica fundamental es que nos proponemos hacer casi todo y deseamos que los resultados sean inmediatos y sin mayor esfuerzo, lo que resulta casi imposible.
En torno a eso, la Universidad de Hertfordshire, Gran Bretaña, ha realizado una investigación con tres mil voluntarios.
El cincuentidós por ciento de los encuestados confió concretar sus deseos de comienzos de año pero, al final, apenas el doce por ciento lo logró.
Frente a eso, el centro de estudios esbozó algunas recomendaciones para ayudar a las personas a cumplir con los primeros objetivos realizables.
Entre ellos recomienda establecerse fechas límites o revelar sus metas a familiares y amigos con la finalidad que ellos hagan presión para cumplirlas.
Luego hace alusión al libro “Cien Cosas que Hacer Antes de Morirse” (1999) que obliga a darse prisa para cumplirlas, si no quiere que le pase lo que a su autor.
Resulta que David Freeman, quien rubrica el documento, murió en agosto del 2008, a los cuarenta y siete años, comprobándose que apenas había cumplido la mitad de lo que deseaba.
También se menciona el libro “365 Días para Ser Más Culto” de David Kidder y Noah Oppenheim.
Sobre la base del lema “Sé culto y sé libre”, la obra exige sólo cinco minutos de dedicación diaria para completar el objetivo.
Igualmente, otros que enseñan como realizar 365 formas de ahorrar dinero, cenas, juegos para niños, aviones de papel y aspectos que llegan hasta el ridículo.
En conclusión sólo se requiere fijarse unas cuantas metas y prometer realizarlas para satisfacción propia. Es difícil, pero vale la pena intentarlo.
No es aconsejable hacer una relación extensa de objetivos, pues se corre el peligro de no plasmar ninguna o exigirse a tener más de una vida.
Todo es bueno, menos quedar con la idea de no haber cumplido lo que irremediablemente deriva en un negativo sentimiento de decepción y fracaso…
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