La acrobacia siempre causa admiración e impacto en el espectáculo circense...
El circo es uno de los espectáculos más antiguos del mundo.
Surgió para divertir al público con la gracia y picardía de los payasos, la habilidad de algunos animales y el arrojo de los trapecistas.
Estos últimos son los encargados de cerrar la función con peligrosas exhibiciones en las sogas que, muchas veces, han ocasionado la muerte de sus protagonistas.
Utilizan el trapecio que es una barra de madera o metal colgada de dos cables de acero o cuerdas de alta resistencia.
Ellos son los artistas del circo cuya misión es realizar las más arriesgadas acrobacias a varios metros de altura.
Su intervención constituye el acto cumple de la función, considerado de alto riesgo, porque el vacío se presenta en cada movimiento.
Manipulación, fuerza, equilibrio, precisión y sincronización al máximo, son algunas de sus características.
La actuación se inicia un balanceo de más de ciento ochenta grados para luego soltarse y buscar coincidir con los brazos y manos del compañero distante, pero siempre arriba.
El protagonista principal de acto basa su presentación en la ejecución de volteretas y saltos mortales que concitan la atención del público.
Se trata de una verdadera sesión de valentía y riesgo que está a milímetros del peligro.
Esa es la esencia del trapecio y los trapecistas, tal como lo demuestran las escenas de los osados artistas de un circo chino que adjuntamos para deleite de ustedes.
Surgió para divertir al público con la gracia y picardía de los payasos, la habilidad de algunos animales y el arrojo de los trapecistas.
Estos últimos son los encargados de cerrar la función con peligrosas exhibiciones en las sogas que, muchas veces, han ocasionado la muerte de sus protagonistas.
Utilizan el trapecio que es una barra de madera o metal colgada de dos cables de acero o cuerdas de alta resistencia.
Ellos son los artistas del circo cuya misión es realizar las más arriesgadas acrobacias a varios metros de altura.
Su intervención constituye el acto cumple de la función, considerado de alto riesgo, porque el vacío se presenta en cada movimiento.
Manipulación, fuerza, equilibrio, precisión y sincronización al máximo, son algunas de sus características.
La actuación se inicia un balanceo de más de ciento ochenta grados para luego soltarse y buscar coincidir con los brazos y manos del compañero distante, pero siempre arriba.
El protagonista principal de acto basa su presentación en la ejecución de volteretas y saltos mortales que concitan la atención del público.
Se trata de una verdadera sesión de valentía y riesgo que está a milímetros del peligro.
Esa es la esencia del trapecio y los trapecistas, tal como lo demuestran las escenas de los osados artistas de un circo chino que adjuntamos para deleite de ustedes.
¿Podría haber algo más completo que ésto...?
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