jueves, 4 de junio de 2009

¡LA LUZ DEL SEMÁFORO ES PARA TODOS...!

Al fondo, vehículos detenidos por la luz roja. A la izquierda, siguen pasando y ponen en peligro la vida de las personas. Debe corregirse...

Intersección de la avenida España con Orbegoso y el inicio de la avenida Mansiche. A apenas unos cuantos pasos del SEGAT.

Está instalado un semáforo, al igual que se aprecian claramente las líneas del área peatonal. Aparentemente, todo marcha bien. Sin embargo, no es cierto.

Yendo por la avenida España, de este a oeste, se abre una vía a la derecha, rumbo al norte. Pero, al llegar a la esquina, no existe ninguna línea de detención.

Es una ruta de tránsito permanente por donde los vehículos nunca cesan de circular. Incluso aunque el semáforo exhiba la luz roja.

Como es de suponer, los perjudicados son quienes caminan por el lugar que se ven obligados a correr para poder cruzar, con el consiguiente peligro que ello representa.

Los que más sufren son los niños y las personas de la tercera edad, cuya presencia ni siquiera motiva a los choferes a que reduzcan la velocidad.

El pedido de la ciudadanía es pintar, en el área que conduce al norte, la franja que obliga a los automotores a detenerse ante la luz roja, así como las franjas peatonales
Similar situación se presenta dos cuadras antes. En el cruce de la misma avenida con Junín, pues cuando se ilumina el color rojo, los que conducen hacia la derecha siguen pasando porque una pequeña flecha les autoriza.

Ante esta circunstancia, los caminantes se ven en apuros, por la facilidad que se les brinda a los automotores, obviando el principio universal que el peatón siempre tiene la preferencia.

El caso se agrava por la osadía y velocidad con que manejan los pilotos locales.

Es cierto que este mecanismo funciona con éxito en otros países. No obstante, y es doloroso decirlo, debemos reconocer que se trata de otras culturas.

Nosotros aún no estamos en condiciones de implementarlo en nuestro medio, por lo que se exige que la flecha sea eliminada.

A simple vista, puede parecer algo sin importancia, pero tengan la seguridad que al ejecutar las rectificaciones respectivas, los más felices serán las personas que caminan por la zona.

Aquellos, por diversas razones, se ven en la obligación de trasladarse por el lugar exponiendo su integridad física, por la falta de criterio de algún funcionario municipal.

Aunque, siempre hay oportunidades para reivindicarse. Y ésta, es la ocasión para hacerlo.

Por lo demás, la misión del periodismo es observar lo que otros no perciben y defender la vida de los seres humanos, que constituye el fin supremo de la sociedad…

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