Shunsuke Nakamura, con la camiseta de su selección. Jugará la presente temporada en el club Espanyol de la Federación Española de Fútbol. Ayer fue presentado a la afición...
Es posible que parezca raro que un peruano, como quien escribe este blog, se ocupe sobre la contratación de un jugador japonés en el fútbol español.
La razón es que tuvimos la oportunidad de ver jugar a Shunsuke Nakamura, flamante figura del club Espanyol para la presente temporada, durante nuestra estadía en el país oriental.
Se desempeñaba en la volante o línea media del Yokohama Marinos, representante de la prefectura de Kanagawa, uno de los más populares equipos del balompié en el país del Sol Naciente.
El uniforme consta de camiseta azul y pantalón blanco, muy similar a los colones del seleccionado de la Asociación Japonesa de Fútbol (JFA).
Por su extraordinaria su habilidad con la pierna izquierda y efectividad para convertir goles de tiro libre, fue llamado a defender el prestigio de su país.
Basta recordar que participó en la Copa de la Confederación de la FIFA en el 2003 y 2005, hasta llegar a la Copa Mundial Alemania 2006, donde ratificó sus cualidades.
En mérito a sus virtudes fue contratado por el Reggina Calcio de Italia y el Celtic, de Glasgow, Escocia, más tarde.
Nakamura fue presentado ayer a la afición del Espanyol en el estadio Cornellá-El Prat, de Barcelona, que contó con la asistencia de más de siete mil fanáticos.
“Welcome Nakamura”, “Ni Kaká, ni Cristiano: Nakamura”, se leía en las pancartas exhibidas entre el ondear de la bandera de Japón y la camiseta de su selección de fútbol.
Enseguida firmó varios balones y los lanzó a las tribunas ante los gritos de: “Si, si, si Nakamura está aquí”.
Al final, ante la insistencia del público, terminó por besar la insignia del equipo hispano, costumbre poco común en Japón.
Más de doscientos periodistas perennizaron el acto que es considerado como el más multitudinario de la historia del Espanyol.
Los aficionados no serán defraudados. Pronto estaremos comentando los triunfos de Nakamura.
Un jugador de calidad, delgado, muy parco, pero dueño de gran pundonor y espíritu de lucha, cualidades innatas en los deportistas japoneses…
La razón es que tuvimos la oportunidad de ver jugar a Shunsuke Nakamura, flamante figura del club Espanyol para la presente temporada, durante nuestra estadía en el país oriental.
Se desempeñaba en la volante o línea media del Yokohama Marinos, representante de la prefectura de Kanagawa, uno de los más populares equipos del balompié en el país del Sol Naciente.
El uniforme consta de camiseta azul y pantalón blanco, muy similar a los colones del seleccionado de la Asociación Japonesa de Fútbol (JFA).
Por su extraordinaria su habilidad con la pierna izquierda y efectividad para convertir goles de tiro libre, fue llamado a defender el prestigio de su país.
Basta recordar que participó en la Copa de la Confederación de la FIFA en el 2003 y 2005, hasta llegar a la Copa Mundial Alemania 2006, donde ratificó sus cualidades.
En mérito a sus virtudes fue contratado por el Reggina Calcio de Italia y el Celtic, de Glasgow, Escocia, más tarde.
Nakamura fue presentado ayer a la afición del Espanyol en el estadio Cornellá-El Prat, de Barcelona, que contó con la asistencia de más de siete mil fanáticos.
“Welcome Nakamura”, “Ni Kaká, ni Cristiano: Nakamura”, se leía en las pancartas exhibidas entre el ondear de la bandera de Japón y la camiseta de su selección de fútbol.
Enseguida firmó varios balones y los lanzó a las tribunas ante los gritos de: “Si, si, si Nakamura está aquí”.
Al final, ante la insistencia del público, terminó por besar la insignia del equipo hispano, costumbre poco común en Japón.
Más de doscientos periodistas perennizaron el acto que es considerado como el más multitudinario de la historia del Espanyol.
Los aficionados no serán defraudados. Pronto estaremos comentando los triunfos de Nakamura.
Un jugador de calidad, delgado, muy parco, pero dueño de gran pundonor y espíritu de lucha, cualidades innatas en los deportistas japoneses…
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