sábado, 14 de noviembre de 2009

¡NECESIDAD DE CUMPLIR LAS NORMAS DE TRÁNSITO…!


Educar a la colectividad a través de jornadas de educación y seguridad vial para evitar accidentes, recomienda la Cruz Roja...




La obligatoriedad de cumplir y respetar cabalmente las normas de tránsito, recomiendan la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Así mismo, plantean la necesidad de rebajar los límites de velocidad y aplicar mayores restricciones al consumo de alcohol.

También exigen el uso permanente del cinturón de seguridad en toda clase de vehículos y establecer cursos de seguridad vial en los centros educativos.

Finalmente, programar campañas nacionales para modificar el comportamiento de los usuarios mediante jornadas estatales de educación y segurida vial..

Las orientaciones vertidas se deben aplicar con especial estrictez en el Perú, mucho más si se tiene en cuenta que los accidentes de tránsito constituyen la tercera causa de muertes en el medio.

El pronunciamiento de los organismos internacionales se realizó en vísperas de la Primera Conferencia Mundial sobre Seguridad Vial, convocada en Moscú, Rusia.

Con anticipación, se reveló que, según estadísticas globales, un promedio de tres mil personas mueren diariamente debido a los accidentes de tránsito.

Además, por cada deceso, unos veinte o treinta seres humanos quedan en calidad de discapacitados, muchos de manera permanente.

Se informó que el problema generado por esas catástrofes cuestan al mundo unos sesenta y cinco mil millones de dólares anuales.

La cifra es mucho mayor que toda la ayuda destinada por las grandes potencias a los países menos desarrollados.

Es oportuno reconocer que en el Perú carecemos de una cultura de seguridad vial tanto en lo que respecta a los conductores, como a los pasajeros y a los peatones.

Corresponde al gobierno y al ministerio de ramo cumplir con la tarea de educar, señalar las zonas de peligro en las carreteras interprovinciales y propiciar la construcción de autopistas.

En el país son numerosos los choferes irresponsables, quienes manejan a su antojo. Muchas veces sin respetar siquiera las reglas de tránsito.

En ocasiones, algunos ni se preocupan de su integridad física, pues corren a gran velocidad, en estado de ebriedad, hablando a través del celular o sin obedecer las luces del semáforo, constituyendo un peligro para los demás.

Los pasajeros, en ocasiones, no exigen sus derechos dentro de los vehículos de transporte público y los caminantes cruzan las calles por lugares no autorizados.

Es indudable que la educación vial debe empezar en el seno del hogar y reforzarse en los diversos niveles de los años de estudios.

Al final, debemos aceptar que la responsabilidad corresponde al cumplimiento de las normas por cada persona en particular...

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