jueves, 9 de diciembre de 2010

AGUINALDO NAVIDEÑO: ¡LA INEQUIDAD DE SIEMPRE...!


Existe injusticia de parte del gobierno peruano en la entrega del aguinaldo navideño

a las grandes mayorías...







“No hay verdadera paz, si no viene

acompañada de equidad, verdad,

justicia y solidaridad…”

(Juan Pablo II)


Puede parecer reiterativo. Pero, cada vez que se habla de aguinaldos en el Perú, queda de manifiesto un alto grado de discriminación.


El supremo y sagrado precepto de igualdad, entendida como expresión de equivalencia entre dos cantidades, es dejado por completo de lado.


Resulta que con motivo de las Fiestas Patrias y Navidad, el gobierno peruano otorga una bonificación especial, por única vez, a los servidores del sector público, fuerzas armadas, policiales, obreros permanentes y pensionistas.


Sin embargo, el monto varía sustancialmente del beneficio entregado a otro sector público. Aquel que, por su propia naturaleza, posee más prerrogativas.


En esta ocasión, con motivo de la celebración del acontecimiento más importante de la cristiandad, que es el nacimiento de Jesús, el Ejecutivo oficializó proporcionar trescientos soles a los primeros.


El problema y la insatisfacción social surgen al saber que los altos funcionarios, ministros y congresistas reciben un sueldo completo como aguinaldo.


Quiere decir que mientras el común de los trabajadores públicos percibe doce remuneraciones al año, el mencionado grupo, que gana mucho más, es favorecido con catorce sueldos.


Este ilógico sistema de aguinaldos existe desde hace mucho tiempo. No obstante, si el objetivo es integrar a los peruanos, los privilegios.deben abolirse.


Dos principios fundamentales de la democracia son igualdad y fraternidad, por lo tanto, no se puede dividir a la sociedad con esta clase de criterios absurdos.


Quiere decir que si el estado acuerda esta vez otorgar trescientos soles al grueso de sus servidores, entonces las cúpulas del gobierno deben recibir la misma cantidad.


Aspectos como el que comentamos invitan a la reflexión e, inconscientemente, motivan el justo reclamo de la ciudadanía.


Los dispositivos son emitidos por representantes elegidos en forma democrática y si ellos actúan con amplio criterio humano, las normas pueden ser más equitativas.


Todo depende de que el nuevo Congreso, el Ejecutivo y el mismo presidente que nos gobierne a partir de julio del año entrante, se proyecten de verdad hacia las grandes mayorías.


Recién entonces diremos que vivimos en un país que se orienta a la igualdad y la justicia…

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