jueves, 23 de junio de 2011

LOS CONGRESISTAS: ¡Y SU AMBICIÓN POR EL DINERO…!

La ambición por el dinero identifica a los integrantes del congreso peruano...



Aunque traten de aparentar lo contrario, queda comprobada otra vez la insaciable ambición de los congresistas de la república por el dinero.

Después de un desempeño para el olvido, en que los actos bochornosos pesaron mucho más que los aciertos, que redujo su aprobación a porcentajes ínfimos, ahora claman para obtener miles de soles.

A solo un mes de abandonar los escaños acaban de poner sobre la mesa numerosas peticiones para incrementar sus ingresos.

Solicitan el monto que se les adeuda por vacaciones truncas que no les corresponde, porque no cumplen los días de labor efectiva y los absurdos gastos de instalación y desinstalación.

El concepto en función de esas exigencias, es exorbitante si se compara con lo que gana el trabajador común y corriente. Aquel que lucha cada día para alcanzar el sueldo mínimo o menos aún.

Basta mencionar que el cobro por establecerse y dejar el parlamento asciende a treintaiun mil doscientos soles.

Es una entrega que debe hacer el gobierno --entiéndase mejor, el pueblo-- por introducir y extraer el material de sus oficinas.

Como el aporte es general, es posible que también se otorgue la jugosa cantidad a quienes tuvieron la suerte de ser reelegidos, en una figura política que debe ser eliminada de la Constitución.

Viene al caso mencionar que los parlamentarios constituyen el único grupo privilegiado en el Perú que gana catorce remuneraciones anuales.

Para colmo de males, en relación con las mayorías que los elige, reciben un sueldo completo, equivalente a quince mil seiscientos soles, como aguinaldo de fiestas patrias y navidad. Aparte de la escolaridad.

El resto de trabajadores del estado tiene presupuestado en esas fechas apenas trescientos soles, sin descuentos hasta el 2014, según “ardoroso” debate en el hemiciclo.

Qué decir de los beneficios que consiguen los congresistas a costa de representación, movilidad, viáticos y otros aspectos. ¿Cree usted que es correcto…?

Esa es la democracia que vivimos desde hace muchos años y una de las razones que ahonda la desigualdad en la sociedad peruana.

Analizando la problemática, los representantes del pueblo, en momentos que tanto se habla de la inclusión social, no deben ganar demasiado.

Especialmente porque el principal argumento de sus campañas gira en torno la supuesta vocación de servicio y el interés mayoritario.

Tal vez lo conveniente sería fijar la remuneración parlamentaria, ministerial y presidencial en base al sueldo mínimo vital que se establece de acuerdo al costo de vida y es recibido por todos.

Así evitaríamos que sean ellos quienes decidan lo que deben ganar. Como el caso del gobernante al que se le ocurrió asignarse como sueldo una elevada e injuriosa cifra en dólares y el congreso lo aprobó.

Eso: Una vez más. No es democracia…

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