martes, 30 de agosto de 2011

¡UN CAMPEÓN SIN MEDALLA…!


Oscar Pistorius es un ejemplo de voluntad al máximo para todos los seres humanos... (Reuters)

“Yo no soy inválido. Simplemente,
no tengo piernas…”
(Oscar Pistorius)

Observaba admirado la majestuosidad y orden del Mundial de Atletismo 2011 que se realiza en Daegu, Corea del Sur,

Y, mientras trataba de buscar una explicación a la lamentable ausencia de los deportistas peruanos, quedé impactado con la actuación de Oscar Pistorius, representando a Sudáfrica.

La razón de mi asombro era que corría con prótesis en sus dos piernas y, en esas condiciones, llegó hasta las semifinales en la prueba de 400 metros planos.

Así, a los veinticuatro años, cumplió su sueño de ingresar a la historia del atletismo como el primer discapacitado que compite en los torneos mundiales absolutos.

Oscar no nació sin piernas. Se las amputaron cuando apenas tenía once meses por recomendación médica. Carecía de tobillos y peroné.

Sin embargo, provisto de pequeñas prótesis, a los once años ya corría con gran destreza.

Pronto se inclinó por el deporte dedicándose al atletismo hasta llegar a participar en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, donde rompió todos los records en las pruebas de cien, doscientos y cuatrocientos metros.

Todos los triunfos fueron conseguidos con un ánimo y entusiasmo que supera sus propias limitaciones.

Según su opinión, “el amor, la voluntad, el deseo y la pasión de cumplir los sueños son las alas del espíritu de las grandes hazañas…”

Respecto a su condición física, con cierto sentido filosófico, añade: “Todo el mundo tiene algo de discapacidad. Las peores, son las del espíritu…”

Su extraordinario esfuerzo es la muestra palpable de una voluntad de acero e indoblegable espíritu de superación.

Esa actitud hacia la vida debe servir de singular motivación para quienes no se esmeran por lograr sus metas o se rinden ante el menor obstáculo.

Oscar no ganó ninguna medalla en el Mundial pero su, casi insólita, participación quedó como un imborrable ejemplo para todos nosotros…























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