martes, 6 de marzo de 2012

FERIA DEL LIBRO: ¡LOS DETALLES QUE FALTAN…!

Uno de los stands de la Feria del Libro de Trujillo que resultó un éxito, pero hay que superar algunos detalles...


En un ambiente de singular expectativa, aceptable índice de ventas, y concurridas conferencias, se realiza en Trujillo la Feria Internacional del Libro.

El importante evento tiene como escenario la tradicional e histórica plazuela El Recreo acondicionada especialmente con cerca de medio centenar de stands.

La venta está matizada, acertadamente, con actividades culturales, artísticas, presentaciones, así como la participación de destacados invitados.

El festival libresco, cuya organización encomendó la Municipalidad Provincial a la Cámara Peruana del Libro, con motivo de la Semana Jubilar de la ciudad, resultó un acierto.

No obstante, sirvió para demostrar que muchas obras mantienen precios que escapan al poder adquisitivo de la mayoría de la población e hizo evocar a las ediciones populares de antaño en papel periódico y pasta delgada.

Por ejemplo, llegó una casa editora capitalina de publicaciones en miniatura, con impresos y empastes de lujo, convirtiéndolos en objetos de exhibición, caros y, lógicamente, fuera del alcance de muchos.

En la feria se repite lo que es una norma, equivocada por cierto, en la mayoría de tiendas de la ciudad, no colocan el precio de los productos.

Entonces, el visitante se ve obligado a preguntar acerca del valor de cada uno. De lo contrario, mirar y retirarse.

Sobre el mismo tema del costo, hay casos en que, cuando una persona desea adquirir un volumen y se dispone cancelar, los encargados le dicen que debe hacerlo en una cuenta bancaria.

Es decir que el interesado tiene que salir del recinto ferial, dirigirse al banco, formar su cola, pagar y traer el “voucher” para recoger su libro. Toda una odisea. En este sentido, la compra debe ser más expeditiva.

Otro aspecto que no dejó de llamar la atención es que varias editoriales locales ocuparon los quioscos de la feria para promocionar algunas obras suyas.

Sin embargo, cuando alguien indagaba sobre el presupuesto para una publicación dando las características deseadas, respondían que no tenían el dato a la mano.

Cuando se trata de negocios, el abanico de ofertas para satisfacer al público debe abrirse por completo. Faltó más sentido empresarial.

, Son situaciones simples, que escapan a la saludable intención cultural del municipio, pero fáciles de superar en el futuro…


























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