lunes, 9 de julio de 2012

¿MAPA DE RUIDO…?: ¡SI YA SE SABE QUIENES LO ORIGINAN…!

Combis, colectivos y micros son los principales generadores de la contaminación sonora en Trujillo. Solo falta aplicar multas a los infractores...


Que Trujillo es la ciudad del desorden vehicular y los ruidos molestos no es nada nuevo.

Quienes viven aquí, aunque sea durante poco tiempo, pueden dar crédito de eso.

Los mismos turistas que nos visitan refuerzan esta afirmación, sin dejar de sorprenderse del constante abuso a las reglas de tránsito de parte de los conductores.

Prensa Virtual Trujillo ha expresado con frecuencia su punto de vista en este sentido exigiendo la aplicación de las normas vigentes.

Por esa razón, causa extrañeza que se informe sobre el inicio de los estudios para establecer el mapa de ruido de la ciudad.

Sobre todo por el tiempo que demanda y el dinero que debe invertirse para finalmente “diseñar el plan de acción” contra los agentes emisores.

Tal vez pueda aceptarse como un formulismo burocrático que exige llenar algunos documentos.

Porque  se sabe que en Trujillo los principales generadores de los ruidos molestos son los choferes de los vehículos de transporte público de pasajeros.

Desde hace muchos años y sin que ninguna entidad rectora haga algo por evitarlo, esas unidades emplean en forma innecesaria bocinas, cornetas, sirenas y demás implementos sonoros contaminantes.

A ello deben añadirse los gritos, silbidos y golpes a las partes laterales de los micros, combis y colectivos llamando usuarios, indicando rutas y exigiendo abrirles paso para correr en pos de marcar la tarjeta de control.

Esa reprochable actitud traslada a nuestra urbe a los últimos lugares en lo que a ordenamiento vehicular urbano respecta.

Los ruidos mortificantes que afectan la salud física, mental y emocional de las personas superan cada día los ochenta o noventa decibeles, siendo los permisibles apenas cuarenta.

Ante esa realidad la ciudadanía demanda, antes que la búsqueda de mecanismos para controlar las negativas emisiones sonoras, la inmediata aplicación de multas a los infractores.

La Policía Nacional y la gerencia de Transportes del municipio cuentan con una escala de sanciones elaborada hace años.

Solo se necesita coordinar y ubicarse en cualquier esquina del centro cívico o alrededores, incluyendo las urbanizaciones.

El resultado será triplemente provechoso. Obtendrán dinero para emplearlo de la mejor manera, librarán a la población del martirizante ruido que soporta cada día y mejorarán la empañada imagen de Trujillo…






























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