Ex presidente del Perú, Alberto Fujimori sobre quien se ha desatado una verdadera polémica en torno al indulto humanitario solicitado ante el mandatario Ollanta Humala...
Sócrates, uno de los más grandes filósofos griegos, solía reunirse con sus discípulos para reflexionar sobre asuntos propios de la convivencia entre los seres humanos.
En una ocasión, un inquieto joven que estaba muy enamorado de una atractiva chica, se acercó y le formuló la siguiente pregunta:
-- Maestro: Se habla tanto del matrimonio. ¿Qué es lo que más le conviene al hombre (o mujer), casarse o permanecer soltero….?
Sonriendo y tomándolo del hombro, le dio esta sencilla respuesta:
-- Se case o no se case, siempre se arrepentirá.
Basándose en esa sabia explicación, extraiga usted sus propias conclusiones.
Esta anécdota, protagonizada por el pensador del siglo IV antes de Cristo, adquiere actualidad con el ardoroso debate en torno al pedido de indulto humanitario al ex presidente Alberto Fujimori.
Mucho más si la comisión de gracias presidenciales admitió a trámite la solicitud de indulto a favor del sentenciado ex mandatario.
Respecto al asunto, existen dos posiciones radicales. Opuestas y hasta antagónicas. Una en contra y otra a favor.
La primera quiere verlo de rodillas pagando sus culpas. Sostiene que debe morir tras las rejas “por todo el daño que hizo al país”.
Quienes están en la otra vereda, recuerdan que pacificó el país y acabó con la hiperinflación, colocando las bases para el modelo económico que se mantiene hasta la actualidad.
Sobre el tema hay mucho que tratar. Lo aconsejable es colocar en una balanza lo bueno y lo malo de su gestión y juzgar en forma imparcial y sin apasionamientos.
La última palabra la tiene el presidente, quien acaba de manifestar que en la decisión que adopte priorizará “el interés nacional”.
Aunque, en un Perú dividido en dos sectores definidos es más difícil de lo imaginable. Porque nunca será posible contentar a ambos a la vez.
Es ahí donde se ajusta la frase que Sócrates respondió a sus seguidores y ahora aplicamos a este intrincado caso de la política peruana.
Indulte o no indulte a Fujimori, Humala siempre se arrepentirá…
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