domingo, 2 de diciembre de 2012

¡FUERZA, MARTHA FLORIÁN…!

Periodista Martha Florián que sufrió un accidente. Esperamos su pronta recuperación...


Hace relativamente poco tiempo, la conocí. Fue luego de retornar al país. Cuando comprobé que el círculo de los periodistas locales había cambiado.

No pude reencontrarme con algunos amigos, pues dejaron de existir. Otros, en cambio, habían emergido en el mundo de la información.

Entre estos últimos, estaba Martha Florián. Una vivaz y esbelta colega que laboraba en el diario La Industria.

En ese entonces, se desempeñaba como presidenta del Club de Prensa de Trujillo que tuvo entre sus gestores al entrañable Enrique Cabrera Salvatierra.

El primer contacto que tuve con ella fue para manifestarle mi interés de formar parte de la dinámica institución que dirigía.

Le conversé sobre el camino que había recorrido en el periodismo trujillano antes de viajar. Respondió que ya le habían hablado de mí y era suficiente para incorporarme.

A los pocos días, me buscó para entregarme el uniforme completo del club diciendo que sabía que yo integraba el equipo de fulbito del Colegio de Periodistas.

Lástima que no pude estrenarlo por razones de salud. Pero, lo tengo guardado como muestra de su gratitud. Una de las facetas de su personalidad.

Dejó la empresa por razones personales. Sin embargo, el calor y la amistad de esa casa editora la atraían. Nunca faltaba a las fiestas por el aniversario del vespertino Satélite.

Cada vez que nos encontrábamos, casi al paso por la misma naturaleza de los trajines periodísticos, nos estrechábamos en un sincero abrazo.

Un accidente trágico ocurrió la semana pasada. Un ómnibus interprovincial rodó por un abismo de cien metros en cierto tramo de la peligrosa carretera de la sierra liberteña.

Siete personas murieron y veinte quedaron heridas. Martha, que se desempeña como jefe de prensa del programa Beca 18, era una de las accidentadas. Su estado es de cuidado.

Mientras se investigan las causas del luctuoso suceso, nuestra colega se repone de sus heridas en un nosocomio de la ciudad.

Justo los periodistas amigos mandaron oficiar una misa en la iglesia Santa Ana para rezar por su recuperación.

Razones fuera de nuestra voluntad, impidieron que estuviéramos en el acto religioso y eleváramos una oración en su nombre.

No obstante, desde estas líneas invocamos al Todopoderoso para que con su divina gracia te permita superar este difícil trance.

Por ti, por tu familia y tus amigos, que siempre están contigo, en este difícil momento, te pedimos: ¡Fuerza Marthita…!

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