Se impuso la voz del pueblo. Pesó más la opinión pública que la desacertada propuesta legislativa de incrementarse el sueldo con el nombre de bono de representación.
Escuchando el clamor ciudadano, la Junta de Portavoces del Congreso decidió ayer dejar sin ningún efecto el controvertido incremento.
Hasta ese momento, menos de treinta legisladores habían decidido, por su propia iniciativa y para evitar la vergüenza, desistir de los siete mil quinientos soles.
Otros, expresaron que donarían el dinero a organizaciones infantiles o de ayuda social.
Sin embargo, la gran mayoría defendió hasta el último el apetitoso aumento.
El rechazo y la indignación popular se manifestaron desde el mismo día que se informó sobre la bonificación.
Causo estupor que el acuerdo se hizo en unas cuantas horas y con el carácter de unanimidad. Nadie se opuso.
El reclamo de la gente se agudizó cuando, luego de ofrecer revisar la norma, se ratificó su aprobación.
Esto motivó se produjeran movilizaciones en varios lugares, así como el pronunciamiento en contra de numerosas organizaciones populares y gremios de trabajadores.
En el sur del país, los ciudadanos acudieron a las oficinas de los parlamentarios y arrojaron huevos como expresión de rechazo.
A pesar de todo, hubo congresistas que mantuvieron su posición y se negaron a renunciar al bono.
No obstante que con esa cantidad su sueldo superaba los treinta mil soles que resultaba oneroso.
A manera de justificación de la eliminación del bono se llegó a decir que no se había explicado en forma conveniente a la población.
Sin embargo, hay que considerar que la ciudadanía lo entendió muy bien desde el comienzo.
Es indudable que esta situación sirvió para poner de manifiesto el criterio de algunos legisladores y, lamentablemente, afecta la imagen del Parlamento.
Ahora solo queda la esperanza que recuperen el terreno perdido trabajando de verdad por el país que tanto necesita de sus representantes…
No hay comentarios:
Publicar un comentario