martes, 15 de enero de 2013

SEXO ENTRE MENORES: ¡JUGANDO CON FUEGO…!



Caminaba por la plaza de Armas de Trujillo y observé a una jovencita que, con lágrimas en los ojos, se esforzaba por sostener en brazos a su pequeño bebé.

Ante la mirada sorprendida de la gente, solicitaba algún dinero para comprar medicinas para su pequeño que adolecía un mal congénito.

Estaba acompañada por un chiquillo que alcanzó a decir que era el padre del nene. Eran convivientes. No pregunté sus edades pero, por la apariencia, no llegaran ni a los dieciséis años.

Ninguno de los dos trabajaba y sus padres no estaban en condiciones de apoyarlos económicamente. Un verdadero drama.

La angustiosa escena me vino a la mente ahora que se ha desatado una encarnizada polémica a raíz del fallo del Tribunal Constitucional que despenaliza las relaciones sexuales entre menores de catorce a dieciocho años.

Dicha posición ha originado el rechazo del clero, las asociaciones de padres de familia y un elevado porcentaje de la ciudadanía.

Los progenitores expresan que la medida generará mayor promiscuidad entre los estudiantes, pues los jóvenes quedarán expuestos al libertinaje.

Aunque parezca contraproducente, los propios padres afrontan una serie de problemas y limitaciones para orientar en forma conveniente a sus hijos.

No existe la información necesaria, ni el conocimiento correcto del uso de los anticonceptivos, lo que se complica con la falta de preparación e inmadurez emocional y afectiva de los muchachos.

La libertad sexual, sin orientación adecuada, trae como consecuencia embarazos no deseados y la transmisión de enfermedades, entre otros problemas.

En caso de producirse el nacimiento de un niño, surgirán uniones precoces carentes de recursos aún para cubrir sus necesidades básicas.

Por eso, antes que nada es indispensable que el Estado ejecute previamente programas de educación sexual para fortalecer la familia.

Incluso la primera dama ha manifestado que: “Tenemos niñas de 14 o 15 años que son madres. Es lamentable porque le ponemos un techo para su desarrollo”.

Y agrega: “Si una adolescente logra decidir en qué momento embarazarse, puede llegar a estudiar y brindar a su comunidad todas sus habilidades”

Lo que son las cosas. Hay un inusitado afán por despenalizar las relaciones sexuales entre menores, pero no se hace nada por legislar sobre las sanciones a los adolescentes que cometen delitos graves…

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