Vallejo ganaba al Cienciano y se dejó voltear el partido.. (El Comercio).
Cuando finalizó el primer tiempo del
Universidad César Vallejo-Cienciano, que se jugaba en la cancha alterna de
Calca, pensamos que el de ayer era un día especial para el cuadro “poeta”.
Claro. Vivíamos un domingo futbolero
con esos emocionantes y luchados partidos por el tercer lugar y el título de la Copa Confederaciones.
Actuando con actitud e inteligencia
la UCV ganaba a los cusqueños por uno a cero al sonar el pitazo que cerraba la
fase inicial.
La alegría poseía doble significado.
El triunfo que se vislumbraba y la satisfacción de quebrar un record negativo
de no poder triunfar de visita.
Resulta que Vallejo, Melgar y
Pacífico son los únicos que, después de veintidós encuentros en el actual
descentralizado, no han saboreado lo agradable que es imponerse en un escenario que no es el suyo.
Pero, empezó el segundo tiempo y el
equipo rojo salió a defender su localía. Siguiendo la indicaciones de Viera se
posesionó del medio campo. Empezó dominar y ocupar espacios que había dejado
libres.
Lo contrario ocurrió en la Vallejo
que, contra lo aconsejable, replegó sus
líneas tratando de esperar, equivocadamente, al rival en su campo.
En forma paulatina perdió poder ofensivo y cedió por completo la
iniciativa al Cienciano.
Así llegó el empate y, ahí no más,
el gol en contra que aplastó cualquier aspiración de recuperación. La derrota
impide escalar en la tabla cuando los que están arriba pierden o empatan.
Ahora queda esperar al Aurich que
les ganó en Chiclayo y viene con dos victorias consecutivas a su favor. La
revancha es una obligación.
Respecto a la Copa Confederaciones,
nos deja como lección que Uruguay, nuestro adversario directo para asistir a
Brasil 2014, será un “hueso muy duro de roer”.
Perú requiere establecer una
especial estrategia para contrarrestar su delantera y hacerle daño a Muslera.
Aunque, de verdad, desearíamos que,
así como ocurrió ayer contra Italia, algún disparo de Farfán o Guerrero le
choque en el hombro y se introduzca en su arco…
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