Navarro en los días de gloria. Ahora tiene un reto en el comando de la Universidad César Vallejo...
Luego de tres años consecutivos, la
Universidad César Vallejo tiene un nuevo entrenador.
La conducción del equipo está
encomendada a Franco Navarro, a quien se le recuerda por ser uno de los grandes
goleadores del fútbol peruano.
Un ariete de lujo. Con la idea
innata de mirar para adelante. Bajaba
solo para apoyar a la defensa o iniciar un sorpresivo avance desde el fondo.
Sin embargo, su olfato estuvo siempre
orientado a superar al marcador que tenía a lado y tentar el arco adversario
buscando que la pelota bese la red.
Ese artillero histórico, es el
técnico de la UCV y, de arranque, tiene un reto por superar para complacer a la
directiva, al hincha y al aficionado.
Conseguir, tal vez, aquello que no
ha logrado ningún entrenador con el cuadro local. Que la Vallejo ilusione.
Genere pasión. Se meta en su corazón.
Que encuentre los mecanismos
adecuados para introducirse en el sentimiento de los que van al estadio y los
impulse vibrar.
Que la gente no se siente en las
tribunas solo para ver el espectáculo. Sino para admirar y aplaudir a su equipo
a rabiar.
Que el hincha vista orgulloso la
camiseta azul con los nombres del player “poeta” y lo estimule a luchar por la
victoria.
Navarro, con su experiencia, debe
poseer la suficiente capacidad para crear un estilo de juego con mentalidad
ganadora. Difícil. Pero, no imposible.
Partir de la identificación total de cada jugador con los colores del club.
Capacitarlos para que, ya sea atrás
o en el ataque, jamás den una pelota por perdida. Lucharlas todas. Hasta el
final. Esa, es la consigna.
Muchas veces, en esa bola que los
demás desaíran puede estar el triunfo que tanto se busca.
Hay que tener presente que el éxito
de cualquier deportista se sustenta en la disciplina, el estado físico y la actitud
mental.
Si sabes que la dominas, estás
preparado y piensas que debes ganar, existen muchas más posibilidades de
conseguirlo.
Deseamos de verdad que, en esta
temporada, Franco siembre esta semilla en sus muchachos. Germine. ¡Y supere el
desafío…!
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