¡REGLAS DE ORO DE LA CONVIVENCIA HUMANA…!

Martha Pinillos expone ante una nutrida concurrencia...

El mundo moderno se vive de manera vertiginosa. Con una rapidez impresionante. Casi no hay tiempo para nada.

             

Eso envuelve a las personas en un inestable  y especial estado emocional  motivado por el tan mentado estrés.

             

Por la misma razón, es común observar gestos adustos, rostros destemplados y hasta muestras de indiferencia cuando necesitamos ser atendidos.

            

Muchos actuamos con los nervios de punta. Dispuestos a estallar ante el menor revés o estímulo adverso.

             

Sin embargo, existen principios que nos recuerdan que somos seres humanos y debemos comportarnos con la sensatez del caso.

             

Son las reglas de oro de las personas, denominadas así por la doctora Martha Cecilia Pinillos Bocanegra, quien labora en el ministerio de Justicia.

             

Fue en el seminario-taller Marketing Personal para Periodistas, organizado por el Colegio de Periodistas de La Libertad, donde resaltó aquella estupenda fórmula de la convivencia válida para todos.

             

Se sintetiza en tratar a los demás como quisiéramos que nos traten, donde sea hacer lo que veamos y que los buenos modales aprendidos en el hogar son útiles siempre.

             

Poner en práctica esos consejos es la clave para llevarse bien con nuestros semejantes en cualquier lugar.

             

Es bueno tener presente que las mismas normas básicas son aplicables a las personas de toda edad y condición social.

            

Ejecutarlas, podría ser uno de los puntos de partida para terminar con la ola de violencia que se cierne sobre Trujillo.

              

Ampliando en detalles Pinillos resaltó que el saludo es la carta de presentación personal y debe expresarse mirando a los ojos.

             

El “por favor” y “muchas gracias” son palabras mágicas cuyo empleo es obligatorio en el repertorio diario.

             

Como complemento, la actividad del hombre de éxito debe caracterizarse por decir siempre la verdad y ser puntual en los compromisos.

Así mismo, que parte de la calidad individual del ser humano  consiste en cumplir con lo que se dice o ha prometido.

            

Ir más allá. Sorprender. Dar mucho más de lo que se prometió es alcanzar el grado de la excelencia, resaltó.

             

Al final recomendó cuidar la ciudad donde vivimos como si fuera nuestra propia casa. ¿Usted  ensuciaría su hogar…? preguntó. Aunque eso, depende de cada uno de nosotros…