VALLEJO: ¡CON EL CORAZÓN EN LA BOCA…!

 En la acción de más peligro en la valla de Vallejo, Rabanal saca sobre la línea una bola evitando el empate...

            

Universidad César Vallejo se apuntó ayer la victoria más angustiosa en lo que va de la Copa Inca.

             

Ganó, con autogol, al Cienciano de visita. En la altura del  complicado estadio Municipal de Urcos.

             

La única conquista llegó ante un centro de Rabanal que el juvenil Robles introdujo con fuerza en la valla del arquero Morales.

             

Los espectadores recién se acomodaban en sus asientos cuando se produjo la anotación que prevaleció hasta el pitazo final.

             

En la primera fracción los “poetas” cedieron peligrosamente el medio campo facilitando las incursiones del cuadro rojo que estuvo impreciso.

             

Llamó la atención la falta de capacidad para hilvanar contragolpes con Pando y Chávez que, por primera vez, arrancaron alineando juntos.

             

Daba la impresión que el panorama se repetía luego del descanso, pero sucesivas expulsiones animaron  el lance.

             

Parecía que el resultado estaba asegurado para la UCV con las seguidas tarjetas rojas aplicadas al defensa Barreda y el volante Icart.

             

Sin embargo, enseguida el elenco trujillano perdió a Requena por jugada fuerte contra un adversario.

             

Con solo nueve hombres y debido a la difícil situación que los cusqueños ostentan en la tabla, se fueron con todo  en busca del empate.

             

Fue allí donde destacó la figura de Libman, quien se convirtió en el héroe de la jornada.

             

El resto del equipo empezó a mostrar los estragos del cansancio por la altura, aunque hubo el empeño suficiente para defender el marcador.

             

Cosas  del fútbol. La victoria rompe una racha negativa de la Vallejo que nunca había ganado al Cienciano en su tierra.

             

Este triunfo ubica al plantel azul en un lugar expectante restándole un partido de local y otro de visitante en Cajamarca.

             

En Urcos Navarro, quien cambió el saco por una chompa con coderas, quedó ronco de tanto gritar animando a sus jugadores. 

Aunque, esta vez, los muchachos terminaron con el corazón en la boca…