miércoles, 25 de junio de 2014

¡DEL “OLE, OLE” AL “BURRO, BURRO”…!



Hinchas de Brasil y México la tarde que empataron a cero...  

¿Han visto jugar a México  en el Mundial…? ¿Escucharon gritar a sus hinchas cuando el portero contrario saca el balón…?
             
Dicha exclamación es una de las tantas originalidades, ocurrencias  o genialidades que tiene el fútbol, incluso fuera de las canchas.
             
Forma parte de las expresiones del público que asiste a los estadios y llena las graderías para apoyar con fervor a sus preferidos.
             
Al comienzo, bastaban los aplausos y gritos de aliento de las barras.
             
Más tarde, se añadieron las matracas, el bombo, las cornetas, cánticos y hasta las bandas de músicos.
             
Surgieron simultáneamente manifestaciones que nacieron al calor de la disputa del esférico y las incidencias del juego.
             
Así apareció el popular grito de “¡Ole, ole, ole…!” (Sin acento), cuando un conjunto está ganando y supera con cierta facilidad al adversario.
             
Se pronuncia en momentos que un jugador entrega la pelota al compañero, éste a otro y así en forma sucesiva, sin que el rival logre tocarla.
             
Fue extraída de la fiesta taurina. Cuando el torero, haciendo gala de exquisito dominio, lanza la capa y esquiva una y otra vez al cuadrúpedo.
             
El Mundial Brasil 2014 marca el estreno de un nuevo término llevado a los escenarios cariocas por los aficionados mexicanos, sus creadores.
             
Lo emplean en el instante que el guardavalla hace el saque de fondo. Es decir, envía la redonda de su área al centro del campo.
            
“¡Burro, burro…!” vociferan entusiasmadas, al unísono y a todo pulmón las gargantas de los seguidores levantando las manos.
              
Hurgamos en los archivos del fútbol azteca para conocer su origen.
             
Sostienen los periodistas deportivos que el año 2003 el meta de un popular cuadro charro aceptó el contrato que le hizo su tradicional adversario.
            
Luego de algunas temporadas, regresó a su club. Fue allí que la fanaticada, como muestra de censura por su aparente deslealtad, optó por gritarle: “¡Burro, burro…!”
             
Nuestra investigación continuó y nos dimos con la sorpresa que dichas palabras no aludían exactamente al apacible asno.
             
Agudizando el oído, se escucha: “¡Put… put….!”, lo que ya es una lisura. La cosa no queda ahí. Ha intervenido la FIFA calificando la palabra como racista y homofóbica.
             
La Federación Mexicana de Fútbol sostiene que no existe legislación alguna que sancione a los espectadores por expresarse así. Se espera la decisión final.
              
México clasificó a los octavos de final. El domingo juega ante Holanda: Si ve el partido, preste atención al clamor de los hinchas cuando saque el arquero adversario y no olvide descifrar el misterio…

No hay comentarios: