lunes, 15 de septiembre de 2014

DANIEL URRESTI: ¡UN MINISTRO DISTINTO…!



El ministro Daniel Urresti, el día que entregó patrulleros e hizo importantes anuncios para Trujillo y La Libertad...


                “El que no hace nada,

nunca se equivoca….”
                (Anónimo)

Estuvo el último fin de semana en Trujillo. Fue la primera vez que se presentó ante la ciudadanía. En público. Y, aunque hubo poca gente,  recibió aplausos.
             
Es Daniel Urresti Elera. El actual ministro del Interior. Difícil despacho por el que han pasado, sin trascender en lo mínimo, media docena de jefes de cartera.
             
Con una apretada gorrita, un chaleco de la Policía Nacional y un dinamismo digno de imitar, se ha ganado un espacio en el sentimiento de los peruanos.
             
Urresti es un ejecutivo. Aparente para un pueblo que está cansado de promesas incumplidas. De ofrecimientos vacíos. De palabras que se las lleva el viento.
             
Frente al permanente reclamo de las autoridades liberteñas por la inseguridad ciudadana, un viernes se reunió con todas ellas para escucharlas.
             
Alguien dijo que la Región necesitaba mil policías para reforzar a los efectivos existentes. Otro, solicitó patrulleros y así sucesivamente. El ministro apuntó y prometió volver.
             
Antes que se cumpliera la semana, estaba en la plaza de Armas entregando las treintaiséis unidades móviles que había anotado en su libreta.
             
En noviembre llegará el millar de policías que invocamos desde hace tiempo y el año entrante mil más, aparte de la construcción de quince comisarías.
            
Y, lo más importante. Prometió que Trujillo, dentro de un año, dejará de ser considerada una de las ciudades más violentas del país.
             
¿Qué hizo para satisfacer el reclamo popular…? Tal vez nunca lo sabremos. Lo cierto es que lo que ofreció Urresti hasta ahora, lo ha cumplido.
            
Aprovechó su discurso para solicitar la identificación del poder Judicial y el ministerio Público, en el logro de la paz que tanto anhela el pueblo.
             
Se concretará a plenitud cuando se modifiquen las leyes que privilegian al infractor antes que al honesto ciudadano. ¡Cámbienlas de una vez…!
             
Hace poco, en una acción contra el narcotráfico, se dice que el ministro denunció el hallazgo de cocaína que resultó siendo yeso.
             
Con el mismo afán de combatir la delincuencia, quiere suspender la licencia para el uso de armas fuego y eliminar las lunas oscuras de los autos.
             
Fue suficiente. Todos se le fueron encima. Al extremo que los congresistas de cinco bancadas han presentado una moción para interpelarlo.
             
Confiamos que saldrá bien librado de esta avalancha. Porque en el Perú es común que los que nunca hacen nada, siempre critiquen a quien más trabaja…

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