martes, 25 de noviembre de 2014

¡HASTA PRONTO, JACINTO…!

En el diario La Industria se gestó nustra amistad con Jacinto Bazán Odar quien partió a la eternidad...

Transcurrían los últimos años de la década del sesenta. Cuando el diario La Industria de Trujillo ingresaba a la innovadora etapa del offset integral.
             
Época del periodismo romántico. Cuando los jóvenes de entonces trabajábamos más por pasión que por el sueldo.
             
Cuando no existía internet, ordenadores, ni celulares. Escribíamos en modernas máquinas que son ahora olvidadas piezas de museo.
             
En ese tiempo de ilusiones sin límites, ingresó a la sala de redacción del periódico Jacinto Bazán Odar un delgado joven moreno de sonrisa fácil.
             
Y fue oportunidad para conocernos y compartir como compañeros en ese interesantísimo afán de la búsqueda y el tratamiento noticioso.
             
Recuerdo hasta ahora la graciosa anécdota cuando alguien gritaba “Negro” en el recinto y ambos respondíamos al llamado.
             
Otra que, a pesar de su porte deportivo, rehusaba integrar el equipo de fulbito de la redacción en los torneos por el aniversario de La Industria.
             
Sin embargo, nunca faltaba en la tribuna del coliseo Inca para alentarnos aunque nos goleara el poderoso cuadro de Talleres.
            
Cierto día, el trotamundos Gustavo Álvarez Sánchez, reportero grafico del diario en el Valle Chicama, lo convenció para integrar el Club de Caminantes.
             
Entonces el gordo, hermano del recordado FRAS, lo obligaba a caminar desde la plaza de Armas de Trujillo hasta el malecón de Buenos Aires.
            
Jacinto, como redactor del vice decano de la prensa nacional, laboró con Luis Ríos Miranda, Mario Vigo Portella, Jorge Zavaleta Alegre, Willy Miranda Pulido, el autor de esta nota y otros colegas.
             
Más tarde el ·”Chino Loli”, Lorenzo Kcomt Kooseng, lo llevó a SATÉLITE, donde también dejó la huella de su pluma.
             
El destino lo apartó del periodismo activo. Ingresó como profesor a la Escuela de Arte Dramático de la denominada Casa de la Cultura, hoy Dirección Regional Cultura.
             
Igualmente ejerció la docencia de la especialidad en la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad César Vallejo y fue asesor de tesis.
              
Coincidimos varias veces en alguna calle del centro histórico y nos saludábamos con el aprecio de los amigos de toda la vida.
             
Esta vida en la que apenas somos simples aves de paso. Capullos convertidos en flor que se marchitan. Hojas que se las lleva el viento.
             
Diste el último paso que todos daremos algún día. ¡Hasta pronto amigo mío..! ¡Hasta pronto Jacinto…!          .

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