domingo, 2 de noviembre de 2014

Perú me gusta y los trujillanos son amables dice estudiante alemana



Johanna Pfeuffer, teniendo como fondo el azul del cielo, cuando visitó Cajamarca.
               
El Perú es un país bonito y los trujillanos son muy abiertos y corteses, según Johanna Pfeuffer una joven estudiante alemana de 18 años que habla en perfecto español y nos visita.
             
Nacida en la progresista ciudad de Núremberg, ubicada al sur del territorio germano, permanecerá en nuestra ciudad hasta el mes de febrero.
              
Ella forma parte de una delegación conformada por dos grupos. Uno de veintiocho voluntarios y otro de quince estudiantes de todo el país teutón.
             
Los voluntarios proceden de naciones como Alemania, Estados Unidos, Francia, Suiza, Dinamarca, Bélgica, Islandia y Tailandia, entre otros.
            
Todos pertenecen a la organización AFS que facilita  el viaje de los jóvenes mediante el sistema de hospedaje familiar.
             
Johanna se muestra contenta de estar en Trujillo. Le gusta la comida norteña y afirma que su delicia es la papa a la huancaína.
             
Pero no deja de mostrar su extrañeza  por la gran variedad los productos agrícolas que hay en nuestro medio lo que no sucede en Europa.
             
Sorprendida declara que por primera vez vio y saboreó frutas como la lúcuma, la granadilla, el pepino y la tuna que no existen en su tierra.
            
Igualmente que el invierno de la costa peruana es semejante a la primavera alemana. “Allá hace mucho más frío…”, sostiene sonriendo.
             
Respecto a su gran dominio del español, reveló que en su patria el primer idioma foráneo que se estudia es el inglés y queda la posibilidad de escoger entre el castellano o el francés. Ella, prefirió nuestra lengua.
                 
Indicó al despedirse que ya estuvo en Cajamarca y que la semana próxima viajará a Chachapoyas para conocer sus bondades.

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