jueves, 25 de diciembre de 2014

CONGRESISTAS: ¡POR LO MENOS, LEAN LOS PROYECTOS…!

El rechazo al Régimen Laboral Juvenil reveló que muchos congresistas no leen los proyectos de ley...      
Es incuestionable que la nueva ley del Régimen Laboral Juvenil alborotó, con toda razón, el ambiente político del fin de año.
             
Abiertos pronunciamientos a favor de parte del oficialismo encabezado por el presidente y su cónyuge,
             
En la otra esquina, los jóvenes que abandonaron por un momento el facebook, los tuits y la enamorada para salir a las calles a protestar.
             
No faltó la grosera actitud por aprovecharse de la situación de un curtido político en su desmedido y trasnochado afán de intentar ganar adeptos.
             
Al margen de los comprensibles reclamos, lo importante de la controversia generada, fue que reveló una faceta poco conocida del trabajo en el Parlamento.
             
Quedó al descubierto cuando varios congresistas aprobaron la norma legal y, pasados unos días, dieron marcha atrás. Se retractaron.
             
Asustados, tal vez, por el rechazo multitudinario varios legisladores, incluyendo liberteños,  declinaron su decisión inicial y presentaron iniciativas para suspenderla o derogarla.
             
Se justificaban empleando argumentos diversos. Muchos de ellos sin sustento, contradictorios y hasta risibles. Poco creíbles.
             
Uno precisó que votó a favor para apoyar la decisión de su bancada, despojándose, como nunca debe hacerlo, de su particular criterio.
            
Otro, fue más sincero. Manifestó que “no tuvo tiempo” para revisar la ley porque en su poder tenía otros veinte documentos similares.
             
Y así. Cada uno fue dando sus infantiles explicaciones. Una más ridícula que la anterior.
             
Oiga. ¿Sabe usted cuál es la labor por la que se le paga más de quince mil soles mensuales, y el doble por Navidad y fiestas patrias, a un congresista…?
             
Elaborar, proponer y aprobar las leyes es su función y a ello debe dedicarse a tiempo completo. Con carácter de exclusividad.
            
A la ciudadanía no le interesa el número de proyectos que tenga en sus manos. Si no le alcanza el día, tendrá que madrugar o trasnochar.
             
Ese es su trabajo, señor congresista. Repetimos. Para eso fue candidato y salió elegido. Por eso mismo usted gana bien. Mejor dicho. Muy bien.
             
Su obligación es acudir con puntualidad al Congreso. Sentarse en su curul, escuchar y participar en el debate.
             
Para intervenir en el pleno debe haber leído y estar enterado por anticipado del tema a tratar para defender con criterio el interés nacional.
             
No se le paga para hacer acto de presencia, jugar con el celular, leer el periódico, llenar crucigramas, conversar con el compañero o entregarse al sueño.
             
Usted representa al pueblo. Fue elegido para luchar por él. Cumpla su compromiso. Lea los proyectos de ley. Es lo menos que le podemos pedir…               

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