domingo, 1 de febrero de 2015

¡ALLÍ SALE ACUÑA…! ¡ALLÍ SALE ACUÑA…!

Asediado por los periodistas Acuña, que está en el centro, pidió ir a las gradas y así se vio al grupo desde la parte frontal.

Aparte de las actividades cotidianas y oficiales, existen momentos en que  las autoridades deben efectuar otras que no figuran en la agenda, pero  son igual de importantes.
            
Es el contacto con los hombres de prensa que siempre estarán detrás de ellas dispuestos a realizar lo imposible y obtener el dato fresquito.
            
Para cumplir ese objetivo, que es su real trabajo, pueden pasar horas esperando. Sin embargo, no se incomodan, ni reniegan. Lo fundamental es conseguir la noticia.
            
Tal como sucedió hace unos días al saber que el presidente regional César Acuña Peralta estaría en la casa de gobierno de la plaza de Armas.
             
Debía asistir a la exposición de una empresa capitalina prestadora de servicios de salud que ofrecía equipos oncológicos para las poblaciones vulnerables.
             
Pasados unos minutos, llegó raudo. Serio, saludó levantando la mano. No se detuvo y procedió a ingresar. No hubo nada que intentar. Solo esperarlo salir.
             
Parados. Casi nunca hay donde sentarse. Los reporteros formaron pequeños grupos y empezaron a dialogar sobre diversos temas.
             
El minutero avanzó veinte líneas. Media hora y nadie se movía. Al contrario, iban llegando más colegas.
             
Había transcurrido más de una hora cuando alguien pasó la voz:
            
-- ¡Allí sale Acuña…! ¡Allí sale Acuña…!
             
En efecto, acompañado del vicepresidente Luis Valdez Farías y el gerente general Manuel Llempén Coronel, aparecía César Acuña.
             
Una veintena, o más, de jóvenes provistos de cámaras de video y micros, cámaras fotográficas y grabadoras fueron a su encuentro.
             
El presidente regional amablemente sugirió que, para mayor comodidad, se situaran en las escalinatas del recinto y había que obedecerle.
            
“Uno de estos días me reuniré con los ministros de Educación y Salud para dotar de maestros y médicos a toda la región…”
  
Partieron las preguntas.  Todos querían ser los primeros. Fue Acuña quien, extendiendo ambas manos adelante, solicitó mantener el orden.

-- No se preocupen que contestaré todo lo que ustedes deseen saber, manifestó esbozando su conocida sonrisa.
             
Y así se fueron desarrollando las interrogantes y respuestas en un ambiente de completa normalidad.
             
Caminando, deteniéndose y contestando, atravesó el patio principal de la casona dirigiéndose hacia el portón de la entrada.
          
 “¿Cheques en blanco…? El alcalde no firma cheques. Si hay un funcionario que actuó mal es su problema, tendrá que pagar las consecuencias..”
  
Unos metros antes, nos encontramos frente a frente. Entonces le lancé una pregunta que lo apartó por completo del cargo, pero no rehuyó:
            
-- ¿Y qué hay del “Loco” Abreu”…? ¿Viene o no a la Universidad César Vallejo…?
            
-- Mira Freddy. Aquí lo esperamos. Todo depende que arregle con su directiva. Con él le daremos a la Vallejo un plus de potencialidad…
            
Afuera habían personas que no se les dejó entrar y deseaban dirigirle unas palabras.. Como es usual en él, se dio un espacio para atenderlos.
            
Al otro lado, satisfechos de haber cumplido con su misión a cabalidad los periodistas, palmoteándose la espalda, empezaron a retirarse.
             
Tranquilo y libre de marca, César Acuña lanzó un suspiro de satisfacción.
             
Experto en estas pruebas, acababa de lidiar una vez más con quienes somos  los intermediarios entre las autoridades y la ciudadanía
             
Había concluido un gratificante episodio protagonizado por el presidente regional y los periodistas.
             
Una cita frecuente en la cual una autoridad debe extraer tiempo de donde no tiene para atender a la prensa y ésta, para encontrar la primicia del día…

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