sábado, 7 de febrero de 2015

¿CELULAR…? ¡SU VIDA VALE MÁS QUE UNA LLAMADA…!

No arriesgue su vida usando el celular cuando maneja...

Abordé un taxi. De esos que los choferes te cobran de acuerdo a como te ven, pero siempre a su favor. Queriendo ganar más de lo debido.
             
Estaba oscureciendo y todo iba muy bien hasta que sonó (o “timbró” como se suele decir en Trujillo), el celular del conductor.
            -
- Bueno, respondió, no se mucho de vinos, pero trae uno bueno…
             
Por el tema de conversación, la llamada provenía de Cascas y, supuse, que el amigo quería una opinión para comprar el licor típico del lugar.
            
Hablaron un poco más, hasta que el chofer expresó:
             
-- Llámame después…
             
-- Felizmente cortaste. Porque, si seguías me bajaba en la siguiente esquina y sin molestarse, ah, le dije.
            
-- No señor. Tiene razón. Discúlpeme, acotó.
             
Resulta que, en nuestro medio, es común. Si, muy frecuente, que los taxistas contesten las llamadas al móvil cuando están manejando.
            
Impertinencia del interlocutor que, sin tener en cuenta que su amigo o familiar está trabajando, lo interrumpe.
            
Imprudencia, temeridad y falta total de consideración del piloto que, en lugar de obviar la llamada, procede a contestar.
             
Entonces, comete una falta grave. Hace lo que está prohibido. Toma el celular con una mano y conduce con la otra.
            
Está comprobado. Cuando una persona conversa con otra, se concentra en el diálogo.  ¿Y todo el panorama que el chofer tiene al frente…?
            
 Graves accidentes se producen por ese desprecio a la vida propia, del pasajero que paga por el servicio y el resto de la gente.
             
Este desacato a la ley es cometido por la mayoría de choferes del transporte público de pasajeros, incluyendo a los conductores particulares.
             
Y, si usted se detiene un segundo en analizar el motivo de las conversaciones, concluirá que casi siempre son temas intrascendentes.
             
Aquí, la generalidad de las personas utiliza el celular más por manía o costumbre  que por necesidad o urgencia, como debería ser.
             
Acude a una oficina o a pagar un recibo. Luego de formar una interminable cola llega a la ventanilla y, cuando le toca su turno, llaman al celular de quien lo atiende.
             
Aunque el cliente tiene la preferencia, la empleada deja todo de lado y contesta. Al terminar, sin querer, usted ya se enteró de la vida de esa familia.
             
Ese es el comportamiento social en el Perú. Atraído sin límites por el avance tecnológico, pero sin saber darle el correcto uso a los aparatos.
             
Acostúmbrese a hablar solo sobre asuntos vitales. Elimine los chismes y diálogos banales. Se dará cuenta que ahorrará mucho tiempo y dinero.
             
Concluyendo y, en especial, no utilice el celular cuando maneja. Su vida vale mucho más que una llamada…

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