domingo, 12 de abril de 2015

¡MARQUEN LA DIFERENCIA…!


Millán convierte en jugada lícita, pero el juez la anuló...
            
Esta vez no trataremos sobre la derrota del sábado de la Universidad Cesar Vallejo ante el Real Garcilaso por dos a cero.
             
De las tarjetas amarillas acumuladas, de las expulsiones, de la falta de tranquilidad y los innecesarios reclamos ante las sanciones del juez.
             
Tampoco del gol del empate anulado injustamente a Millán cuando, en posición lícita, le sombreó el balón al meta Pretel y convirtió.
             
Ni siquiera de la angustiosa manera como se quebró el esquema de juego cuando el equipo se quedó con solo nueve hombres.
             
No. Ahora hablaremos de algo mucho más importante. De lo que viene adelante. De este domingo, a las cuatro, en el estadio Mansiche.
             
Se perdió en los primeros noventa. De visita. Con esa helada lluvia que calaba los huesos y daba más velocidad a la pelota.
             
Pero quedan otros noventa. Aquí. En nuestra casa. En esta cancha tan conocida por los “poetas” que hasta han reído haciéndose “camote”.
             
Donde hace un par de meses le metieron, sin ningún escrúpulo, cuatro a los cusqueños y los obligaron a salir mirando el gras de vergüenza.
             
Al equipo que el goleador Daniel Chávez le anotó dos tantos que parecen una copia. Uno aquí y otro allá. Bailando en idéntica forma a Carranza.
             
¿Qué motivo existe para no repetir ese marcador…?
             
Claro que no estarán Cardoza, ni Quinteros. Sin embargo, olvidamos que en el banco hay piezas de recambio con ansias de consagración.
             
Porque el choque de este fin de semana es de alta tensión. Donde nadie entrará para regatear, ni jugarla a medias, sino para mostrarse.
             
Será para asegurarla, dar el pase al milímetro y pelearlas todas. Para ir adelante agotando el último aliento en pos de la victoria.
             
Las cartas están sobre la mesa. Es impostergable salir a llenar la canasta adversaria. No hay más. No queda otra oportunidad.
             
Si Vallejo quiere disputar la final de la Copa Inca y obtener el primer trofeo de su historia profesional debe hacer tres y mantener su valla invicta.
            
Argumentos para conseguirlo los tiene y de sobra. El momento de demostrarlo ha llegado. ¡Marquen la diferencia…!

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